Los negocios y las familias (incluyamos en familias a familiares y amigos) son dos sistemas separados que tienen distintos caminos para solucionar problemas o mirar hacia el futuro. Hasta aquí todo suena bien, pero ¿y si mezclamos los dos sistemas para un proyecto de emprendimiento? Las discusiones, los malentendidos y los problemas llegarán inmediatamente. Incluso, en negocios no familiares, la existencia de distintos socios siempre mezcla sistemas que pueden no ser compatibles y acarrear problemas.
Además, en las empresas de socios, con los años, se van creando distintos vínculos de amistad y fraternidad que pondrán más difícil la toma de decisiones. ¿Qué pasa cuando haya que buscar la sucesión en la empresa? Si trabajas con amigos, familiares o personas a las que tienes aprecio, será una decisión realmente complicada. Como dicen los expertos: “los negocios priorizan la eficiencia a la comodidad y los sistemas asociados a sentimientos simplemente no pueden priorizar la eficiencia por encima de los motivos que ‘tenemos para estar juntos’”.
¿Es bueno mezclar amigos, familia y negocios?
Nosotros lo tenemos claro: definitivamente no. Es verdad que muchísimos proyectos de emprendimiento consiguen el éxito y combinan estos tres factores. ¿Cuál es la clave? El point está en entender, asumir y aceptar que en todos los sistemas, las sensaciones y las emociones no son ajenas a las decisiones.
Uno de los grandes desafíos de estos solapamientos de dominios es la sucesión en la empresa. Es muy difícil que los emprendedores empiecen a pensar en este tema cuando viven un momento de intensidad brutal en su negocio. La empresa va bien, se ingresan beneficios, por lo que nadie piensa en la sucesión en la misma.
No obstante, es muy importante pensar en la sucesión en la empresa, porque llega un momento en el que los socios piensan que ya se ha hecho tarde y que el sucesor designado no es exactamente la mejor opción. Al final del día, nadie resolverá este problema que requiere años de seguimiento y trabajo.
Sucesión en la empresa familiar: conversaciones difíciles
Está claro que la sucesión en una empresa no es una tarea fácil. Para que existe un relevo excelente, el sucesor debe tener un carácter especiales, que sea parecido al actual socio y que tenga la capacidad de convivir con él durante unos meses. Un socio debe buscar a una persona con carácter, porque si no, obtendrá a un obediente. Y ya sabemos lo que ocurre entonces.
En este sentido, seguramente hay familiares que cumplen con los requisitos para la sucesión en la empresa. ¿Cómo hablas con ellos? Si es una empresa familiar, se da por hecho que el hijo, sobrino o el familiar que más metido esté en el negocio, será el sucesor del mismo. Pero, ¿y si esto no ocurre así?
En esta etapa de decisión abundarán las conversaciones difícil. Hay que plantarles cara, mantener esos diálogos, y explicar las cosas con claridad. Si el supuesto sucesor, que es familiar o amigo, no entiende por qué el socio no le ha elegido, quedará demostrado que, efectivamente, no era la persona adecuada para el puesto.
En definitiva, la sucesión en la empresa es muy importante tenerla presente. Sobre todo, si en el negocio trabajan familiares o amigos. Como socio, tendrás que lidiar con muchas conversaciones y momentos difíciles, y tienes que estar preparado para ello.